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viernes, 20 de febrero de 2009

LA OTRA CARA DE LA MONEDA



Si estás sola es porque quieres

Deja atrás la autocompasión

Si vas a pasar otro fin de semana sola frente al televisor, en pijama y con un helado, no te compadezcas de ti misma. Una experta dice que tener o no tener pareja no es cuestión de suerte, sino de actitud. Las solteras, dice, se cavan su propia fosa sin saberlo, y no deben sentir pena de sí mismas.

Miedo al compromiso

Hay pocas cosas tan patéticas como la típica estampa de la soltera encerrada que come dulces a lo Bridget Johnes y se deprime, mientras los demás arman citas originales y se regalan cosas para el día de los enamorados.

Si eres una de estas chicas que pasan los sábados a la noche en pijama, atiborrándose de chocolates y de películas y conteniendo las ganas de llorar, deja de sentir lástima por ti. No es que el destino conspira contra tu persona, ni que los hombres no te quieren, ni que la suerte no te acompaña. Es que tú lo elegiste.

"Las solteras deben entender de una vez por todas que muchas están solas porque tienen un cuadro llamado ansiedad por el compromiso", dice la experta en relaciones de pareja Elina Furman. Es decir, si no existe un compañero que te regale bombones es porque le tienes pánico a entablar algo serio, aún sin saberlo.

Autora del libro "Kiss and Run: The Single, Picky, and Indecisive Girl's Guide to Overcoming Her Fear of Commitment" (Besa y huye: la guía para las solteras melindrosas e indecisas para superar su miedo al compromiso), Furman asegura que las solitas, aunque no lo admiten, han elegido estar así.

¿La razón? Le tienen verdadero pánico al compromiso real, ese que exige apostar todo por la otra persona y encaminarse en una relación duradera. Tanta es la fobia subconsciente que no se dan cuenta y terminan creyendo que los otros tienen la culpa.

"Si una mujer piensa que es una víctima en el juego del amor, que es desafortunada, y que los hombres son los culpables de que sus relaciones no marchen, esa mujer está completamente equivocada", asegura la experta.

"Todos nosotros elegimos la vida que llevamos, aunque lo hagamos de forma inconciente", afirma Furman. Así que eso de envidiar a las casadas y de criticarlas debe quedar atrás: si estás así es porque te lo buscaste. Si te lo buscaste, aguanta con una sonrisa.

Es que las solitas, aunque se quejen, pueden estar muy cómodas con su estilo de vida libre y sin horarios, y no darse cuenta de que se boicotean a sí mismas para no afrontar los riesgos y compromisos que exige una relación.

O no se dan cuenta de que, al fin y al cabo, cualquier candidato será un ser humano lleno de defectos. El príncipe azul es sólo una excusa para seguir comiendo helados, viendo películas y haciendo lo que se te da la gana.

Pero si quieres saber si realmente eres fóbica al compromiso sin saberlo, Furman da algunas pautas:

Buscas demasiado en un hombre. La lista de virtudes que debe tener tu chico es tan larga como un testamento. Ninguno se amoldará a lo que quieres y seguirás sintiendo pena de ti misma sin sentido.
Vas de relación corta en relación corta. Te metes en relaciones inviables porque inconcientemente sabes que no van para ningún lado. No toleras errores y das vuelta de página a la primera que no te gusta.
Quieres citas con hombres no disponibles. ¿Por qué todos los que me gustan tienen novia o esposa? Pregunta al revés ¿Por qué me gustan todos los que son inalcanzables? Sincérate contigo misma.
Criticas a las casadas. Piensas que son aburridas y que llevan una vida rutinaria.
Si tienes alguno de estos rasgos, ponte a reflexionar Y sobre todo, no sientas pena de ti misma el fin de semana. Mejor, sonríe y piensa que tú eres la dueña de tu propio destino.

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